Los 7 rayos de la metafísica o siete emanaciones de Dios pertenecen a una teoría teosófica de varias religiones o creencias esotéricas. Su función principal es la de ayudar a lograr la armonía y la evolución espiritual.
Son las energías que provienen de la luz blanca, que es la que concentra todos los colores y, cuando se divide, da lugar al resto de los colores: azul, violeta, verde, amarillo, naranja, rosa y blanco o cristalino.
Estas emanaciones se dan en distintas regiones situadas en nuestro planeta, en la quinta dimensión. Por lo que no todo el mundo puede percibirlas a simple vista, pero tienen un fuerte efecto en los cuerpos o personas que los atraen, lo cual se puede hacer con el pensamiento o con oraciones.
En la religión, se cree que estos siete rayos son dones del cielo que regala Dios y que van de acuerdo con las necesidades de cada individuo. Ya que cada color de rayo tiene el poder de ayudarte a desenvolverte mejor en algún aspecto o para tu propia persona, lo que lo convierte en una medida para el crecimiento personal.
Para utilizar la energía de los 7 rayos de la metafísica, no hace falta ser creyente de ninguna religión en particular. Puesto que cada persona puede nombrar este tipo de energías como prefiera: rayo, esfera, arcángel, elohim, etc. Porque las energías funcionan según nuestros deseos y nuestra fe, que está dentro de cada uno de nosotros.
Cómo funcionan los 7 rayos de la metafísica
Los 7 rayos unidos conforman una manifestación de características de la Divinidad, que se pueden atraer a nuestra vida si lo pedimos con mucha fe y absoluta sinceridad.
Cada rayo esta encabezado por un Maestro Ascendido que lo dirige, un Arcángel o jerarca de la evolución de los ángeles; o un elohim o jerarca de la evolución elemental. Además, hay otras entidades de luz a las que se les da el nombre de ángeles que cumplen con las órdenes de los jerarcas, tomando como referencia los colores del arcoíris.
En otras palabras, como son entidades vivientes, los 7 rayos de la metafísica canalizan la energía divina hacia la formación del Universo perfecto.
Todos los humanos pertenecemos a los 7 rayos y si observamos con detenimiento el significado de cada uno, podemos obtener orientaciones sobre qué debemos hacer, o qué camino debemos tomar para evolucionar.
Hay distintas formas de conectar con el poder de los 7 rayos de la metafísica, pero hay dos que son muy sencillas:
- Color favorito: este método consiste sencillamente en pensar en nuestro color favorito, relacionarlo con la gama de colores que están presentes en los rayos y trabajar sobre los poderes que corresponden al nuestro.
- Meditación: la otra manera es realizar meditaciones y visualizaciones, utilizando elementos propios de cada rayo y armonizándonos con ellos: color, día de la semana, arcángeles, etc.
La forma de invocar a cada rayo es cerrar los ojos, concentrarnos e imaginar que una luz del color que se está invocando nos cubre enteros a nosotros, nuestra casa, negocio, familia, y amigos. Y pensar o pronunciar las palabras invocando ese rayo y su favor.
Elementos de cada rayo
Como hemos explicado, cada color de rayo es para una cosa y se invoca para ello. Los elementos y cualidades de cada uno son los siguientes:
Rayo azul
- Cualidades: fuerza, fe, poder, voluntad, determinación, responsabilidad, autoridad, confianza, paz, protección.
- Día: domingo
- Arcángeles: Miguel y Fe.
Rayo amarillo
- Cualidades: iluminación, inteligencia, sabiduría, inspiración, comprensión y conocimiento.
- Día: lunes
- Arcángeles: Jofiel y Constancia.
Rayo rosa
- Cualidades: amor divino, compasión, caridad, tolerancia, benevolencia, adoración, afecto, generosidad y belleza.
- Día: martes
- Arcángeles: Chamuel y Caridad.
Rayo blanco o cristalino
El blanco representa la llama de la ascensión, el núcleo de fuego blanco que se puede encontrar dentro de todos los rayos.
- Cualidades: pureza, perfección, armonía, esperanza, disciplina, obediencia y equibrio.
- Día: miércoles.
- Arcángeles: Gabriel y Esperanza.
Rayo verde
- Cualidades: vida, verdad, salud, sanación, paciencia, concentración, consagración, conocimiento
- Día: jueves
- Arcángeles: Rafael y Paciencia
Rayo naranja (Rubí con oro)
Se le dice también “Oro-Rubí”, ya que no existe el color anaranjado en el plano espiritual.
- Cualidades: prosperidad, provisión, abundancia, devoción, paz, tranquilidad, gracia divina.
- Día: viernes
- Arcángeles: Uriel y Gracia.
Rayo violeta
- Cualidades: transmutación, humildad, restauración, perdón, libertad, transmutación del karma, misericordia.
- Día: sábado.
- Arcángeles: Zadquiel y Humildad.
Los chakras y los 7 rayos de la metafísica
Las vibraciones de los siete rayos penetran en el aura por medio de los siete chakras. A través de estos podemos conectar con nuestros diferentes cuerpos del aura y con las diferentes frecuencias o dimensiones que nos rodean, aunque no las veamos.
Las energías divinas pueden entrar a nuestros cuerpos para llenarnos con su luz. Cuanta más luz mantengamos en los chakras, mejor podemos manifestar sus poderes en nuestra vida cotidiana.
Cada chakra está conectado con las vibraciones de luz y color de uno de los siete rayos:
- Chakra base: color blanco.
- Chakra sacro: color violeta.
- Chakra coronal del Sol: color rubí/oro.
- Chakra corazón: color rosa.
- Chakra garganta: color azul.
- Chakra de la frente o tercer ojo: color verde.
- Chakra de la corona: color amarillo.
Las siete esferas del cuerpo causal
Alrededor del Gran Sol Central del que proceden los 7 rayos de la metafísica hay siete esferas de luz, llamadas Cuerpo Cósmico causal.
Se dice que, después del nacimiento del alma, que tiene lugar en el núcleo de luz blanca de este Sol Central, esta viaja durante mucho tiempo a través de las siete esferas causales y toma energía de cada una de ellas, que luego descubrirá en sus reencarnaciones e intentará desarrollar y manifestar.
Todas las experiencias y energías positivas que acumulan en el cuerpo causal, evoluciona en los poderes de los 7 rayos y esferas. Los que cada vez se manifiestan más abiertamente hasta que el alma consigue dominar los rayos.
Cada cuerpo que tenemos (el cuerpo físico, espiritual y mental), tiene un rayo determinado. En cada reencarnación, los rayos cambian y se aprende a trabajar con la energía de los diferentes rayos.
Sin embargo, se cree que hay un rayo que es el mismo durante todas las reencarnaciones y si se está en contacto con ella a través de la práctica espiritual. Comienza a fluir primero inconscientemente y después conscientemente.
Lo ideal es incrementar la frecuencia de luz del rayo específico, eliminar obstáculos y manifestar nuestros poderes en ese rayo para crecer espiritualmente. Así como “ascender”, que significa volver al núcleo de luz blanca en el cuerpo causal y encontrar la consciencia de lo divino al alcanzar el dominio de cada uno de los siete rayos de la metafísica.
Psicóloga con especialización en la conducta humana. Comunicadora social. Más de dos décadas dedicada al mundo de lo sobrenatural. Vidente natural y cartomante experta.
